Inteligencia Artificial para mejorar el cuidado de las personas mayores

El IBV analiza variables como el ritmo cardiaco, la respiración o la sudoración con tecnología sin contacto para detectar patologías

Tres participantes en la investigación del IBV.

Tres participantes en la investigación del IBV. / Levante-EMV

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) trabaja en el desarrollo de entornos capaces de recoger información relevante por medio de tecnologías como la del Internet de las Cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (AI) para mejorar el cuidado de las personas mayores y detectar su estado de salud a través del ritmo cardiaco, la respiración o la sudoración. Los investigadores han centrado su trabajo en el desarrollo de tecnologías para la monitorización continua, remota y no intrusiva en contextos cotidianos. «Buscamos facilitar una intervención anticipada y una prescripción personalizada para favorecer una detección temprana de problemas asociados al envejecimiento», apunta David Garrido, director de Innovación en Valoración Biomédica del IBV. El objetivo final es sustituir el modelo actual de cuidado que busca paliar los efectos de las enfermedades que sufren los mayores por otro basado en la prevención, el fomento del autocuidado y el envejecimiento saludable. «Más allá de la atención sociosanitaria, las tecnologías con las que estamos trabajando buscan transformar el hogar para que sea el entono el que cuide de nosotros», señala Garrido.

El experto del IBV detalla que «un 60 % de la información sobre nuestra salud se genera en el día a día y queda fuera» del alcance de los médicos. Por tanto, «nuestro gran reto es conseguir poner en valor la información relevante (generada en el hogar) para alcanzar una salud más personalizada», añade. En ese sentido, en el futuro las tecnologías inteligentes cuidarán de «nuestra calidad de vida y nos ayudarán a envejecer mejor».

Situaciones de riesgo

«Cada vez hay más personas mayores que viven solas, lo que queremos es crear espacios cotidianos más seguros e inteligentes que actúen rápido ante situaciones de riesgo», asegura David Garrido. Los trabajos del IBV en el campo de personas mayores tratan de dar respuesta a «necesidades específicas de cada una de ellas», con metodologías propias para la identificación temprana de los factores que determinan el envejecimiento.

El objetivo final es encontrar nuevas soluciones que permitan valorar la salud mental y la función cognitiva. La idea es la «monitorización sin contacto mediante tecnologías como el gemelo digital, algoritmos de IA aplicados a análisis de variables fisiológicas o el examen de voz», especifica Garrido.

«El estudio de las variables fisiológicas como el ritmo cardiaco, respiratorio o la sudoración nos da información que la persona no es capaz de verbalizar», detalla Garrido. «Pero el reto es cómo capturar esa información sin un parche o un dispositivo físico: Ahí entran las tecnologías sin contacto», puntualiza.

Análisis de la voz

Para el experto del IBV, la voz puede ser una nueva variable. «Los algoritmos de IA que relacionan la voz y el nivel semántico con el estado de salud mental nos permiten establecer pautas preventivas o anticipar episodios como la depresión u otras patologías mentales», destaca David Garrido.