La Dansa Macabra se consolida en Ontinyent

La representación de la “Dansa Macabra” reunió en la tarde-noche del miércoles a cientos de espectadores y espectadoras en las calles de Ontinyent. Se trata de una iniciativa planteada para ampliar las actividades de la Semana Santa ontinyentina, con el impulso del Ayuntamiento y la participación de entidades y asociaciones locales.

La escenificación tuvo lugar entre la Plaza de la Concepción, donde se presentaron los personajes y el sentido de la obra, para reproducir los bailes a lo largo de las calles Gomis y Maians, ante un numeroso público por todo el recorrido.

Ontinyent impulsa su 'Dansa Macabra' con más músicos, coristas y una auca inédita

Con la dirección musical de Quique Orquin, en la representación aparecían más de 80 personas, entre actrices del grupo Pantomima Teatre, miembros de la Cofradía "La Soledad", bailarines y bailarinas, músicos de la Societat Unió Artística Musical, y coristas de los grupos Nou Orfeó y Ària de Ontinyent. Además se contaba con la novedad de la representación de una auca elaborada para la ocasión por la asociación Nuestra Tierra.

El regidor de Cultura, Àlex Borrell, ha agradecido la buena acogida a la que ha sido la segunda edición de la iniciativa, “más atractiva si cabe que el año pasado al contar con la incorporación de cerca de 30 músicos y coristas más, y con el auca elaborada con mucha dedicación por Nostra Terra. Desde el Ayuntamiento agradecemos el trabajo de todas las personas y entidades que están contribuyendo a hacer crecer una cita cultural que queremos seguir consolidando cada Miércoles Santo en Semana Santa como un nuevo atractivo cultural de la ciudad”, remarcaba.

La "Dansa Macabra" cuenta con una composición musical articulada en tres partes, una que representa la vida, otra que supone un intercambio entre la vida y la muerte y una tercera sobre las lamentaciones por la llegada de la muerte. En la escenificación se ha recuperado a 8 personajes del siglo XVII vinculados en Ontinyent: Alejandro VI, Marianna de Austria, en Lluis Albuixech, Madre Catalina Tejera, Fray Vicente Nancosa, un labrador/ora y un niño/a, acompañados por 8 bailarines que representan la muerte.